Familia & Cultura
Familia & Cultura es nuestra revista de Orientación Familiar online.
Lo que el divorcio esconde (y IV)
Creo necesario hacer aquí mención a lo que llamo “la espiral de rencor”. Ante una separación, sólo hay dos alternativas: o bien, simplemente, separarse; o bien, simplemente, autodestruirse. No hay otra.
Lo que el divorcio esconde (III)
Los padres señalan siempre que anteponen el interés de sus hijos al suyo propio, pero, a menudo, la realidad contradice esta afirmación. Lo cierto es que los menores, en la mayoría de las ocasiones, no son siquiera escuchados. Un altísimo porcentaje de padres solicita la custodia ateniéndose a sus necesidades afectivas y no al interés de los hijos.
Lo que el divorcio esconde (II)
“Hasta que la muerte nos separe” es una frase –realmente– bonita, pero parece pensada exclusivamente para edulcorar las bodas. Poca gente llega a comprender su verdadero alcance: da la sensación de que se refiere únicamente a la convivencia, y no al matrimonio como unión global en la que, en esencia, se genera una comunidad de vida que lo abarca todo.
Lo que el divorcio esconde (I)
La separación, al contrario de lo que parece apuntarse de forma generalizada, no es la verdadera solución al matrimonio en crisis. Traigo aquí algunas de mis experiencias en el juzgado de familia para ilustrar lo que supone en realidad la ruptura matrimonial, una decisión a la que no se llega preparado y que, de haberse sabido los costes, uno quizás nunca hubiera tomado.
El deterioro del apego durante la adolescencia
Si bien durante la infancia la relación de apego atraviesa un momento dulce, porque el niño admira a sus padres y no quiere defraudarlos, con la llegada de la adolescencia se trueca por parte del hijo en tendencia al desapego.
El encaje del trabajo en la vida familiar
La rentabilidad como fin último de la empresa –y no como medio de sostenibilidad– dio pie a que los empleados, con el devenir del capitalismo, fueran entendiendo su trabajo desde un punto de vista exclusivamente remunerativo y no como vía de desarrollo personal: el trabajo sufragaba los gastos familiares pero perdía su sentido como medio de crecimiento y desarrollo comunitario.
Los tres primeros años de vida
La educación comienza, en rigor, con el embarazo. La forma de vida de la madre dejará una impronta imborrable en el bebé, definitiva en más de un sentido tanto para lo bueno como para lo malo.
Amar a la persona real
Cuando hablamos de amar a quien tenemos a nuestro lado pese a sus defectos, nos estamos refiriendo al punto de partida de cualquier mejora, que consiste en la incondicionalidad en términos de totalidad: “Acepto tu yo actual pese a que no sea tu mejor yo”.
Aprender a perdonar (y II)
Es una ley natural que el tiempo cura algunas llagas. No las cierra de verdad, pero las hace olvidar. Algunos hablan de la “caducidad de nuestras emociones”. Llegará un momento en que una persona no pueda llorar más, ni sentirse ya herida. Esto no es una señal de que haya perdonado a su agresor, sino que tiene ciertas ganas de vivir.